“Super apps” es un concepto que se está popularizando rápidamente en América Latina con la aparición de aplicaciones "todo en uno", que engloban más de un servicio en una sola plataforma. Se trata de un concepto que se originó en China para nombrar a las aplicaciones que buscan satisfacer varias demandas: facilitar la comunicación, las compras en línea, la investigación, los viajes compartidos y la finanzas, tal como las aplicaciones WeChat, Alipay y Taobao.
En LATAM, las super apps están buscando crear una solución que combine métodos de pago, venta de productos variados en un intento de vender más y adelantarse a las empresas extranjeras que aún dominan el mercado. Es el caso de las super apps latinoamericanas como Rappi, Inter, Magazine Luiza y Baz de México.
Es posible ver esta tendencia también en apps de redes sociales extranjeras, como WhatsApp y Facebook, que recientemente han lanzado opciones de pago internas en sus plataformas: WhatsApp Pay y Facebook Pay. Por el otro lado, también está Snapchat, que abarca una serie de "mini apps" integradas en su plataforma.
Mini-apps son básicamente programas desarrollados como apps, pero que no están disponibles en las stores de aplicaciones, sinó que están integradas dentro de apps mayores con sistema propio, y pueden ser bajados directamente ahí adentro, aumentando las opciones de lo que la “app principal” puede hacer. Aplicaciones Fintech de LATAM como Mercado Pago y PicPay añaden cada vez más soluciones de pago a su cartera de servicios. Todavía no es posible denominarlas super apps, pero cuantos más servicios se incorporen a estas plataformas con diversos fines, más cerca están de ser consideradas "super apps".
Por lo tanto, es difícil definir lo que es una super app en Latinoamérica, o en el resto del mundo, cuando se compara con los servicios en China. Pero, es seguro decir que serán aplicaciones cuyo objetivo será satisfacer las diversas demandas de los usuarios en un solo lugar, con el plan de aumentar el tiempo de uso y el impacto de la aplicación en los usuarios, tal como lo ha hecho el modelo chino.
Rappi: Inicialmente era una app de delivery, ahora además de repartir alimentos y artículos de mercado/farmacia, también hace entrega de distintas tiendas como por ejemplo items para mascotas o bebidas. A su vez, tiene una opción integrada para buscar vuelos, hoteles y alquiler de coches para viajar, y ha incorporado a su plataforma una solución financiera que también emite una tarjeta de crédito virtual o física conocida como RappiPay.
Magalu: El famoso minorista se ha diversificado con su app que, además de comprar artículos en general, ha adquirido otras empresas de venta de cosméticos, zapatos y ropa, y se ha asociado con otras empresas del mercado. Magalu ha abierto un espacio para los pedidos de compras en el mercado, además de implementar opciones financieras como Magalu Pay, el monedero digital de Magalu, que también cuenta con cashback y la tarjeta de crédito Magalu.
Inter: Ya no se llama Banco Inter y además de la apertura de cuentas y tarjetas de crédito, actualmente ofrece cashback, una plataforma de inversión en varios tipos de acciones, contratación de seguros, préstamos y financiación inmobiliaria, planes de telefonía, suscripción mensual a una tienda online y otras ventajas en la "Tienda Inter".
Baz: La app de Banco Azteca, además de opciones financieras de pago, solicitud de crédito, recarga de móviles y otras facilidades bancarias, ahora también permite gestionar negocios y pagos de empresas, e incluso cuenta con opciones de entretenimiento para los usuarios, como televisión online, redes sociales, noticias, alquiler de películas online, creación de listas de reproducción de música, podcasts, etc.
Según el informe State of Mobile 2022 de App Annie, en 2021 se produjeron más de 230.000 millones de descargas de nuevas aplicaciones, un 5% más que en 2020, y el tiempo medio de uso diario del smartphone por parte de los usuarios alcanzó las 4,8h. Teniendo en cuenta estos datos y que el gasto de los usuarios de las tiendas de aplicaciones ha superado los 170.000 millones de dólares, es natural suponer que la tendencia de las super aplicaciones es tratar de aumentar el tiempo de uso y el compromiso de los usuarios en estas aplicaciones, una estrategia que parte de un plan económico muy valioso con un retorno de la inversión muy alto si tiene éxito.
Observando estas cifras y la tendencia de crecimiento continuo de las actuales super apps latinas, y de otras aplicaciones que están cerca de seguir las tendencias de los líderes del mercado, se espera que se sigan creando super apps. También se sabe que LATAM es "terreno fértil" para la aparición de nuevos unicornios en el sector.
Más allá de eso, está el hecho de que las grandes ciudades de LATAM están resolviendo algunas dificultades regionales, como el acceso a internet de alta velocidad con fibra óptica, la llegada de la tecnología 5G, el acceso a líneas de crédito y tarjetas de crédito, y mejores y más potentes smartphones que tienen alta capacidad de procesamiento.
Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar el nivel de las super apps que existen del otro lado del mundo, ya que el ecosistema de LATAM aún está creciendo y adaptándose a esta realidad. Todavía estamos aprendiendo a incorporar "miniapps" o "miniprogramas" a las super apps en LATAM, mientras que WeChat, por ejemplo, ya cuenta con millones de miniprogramas agregados en la super app, que resuelven gran parte de las necesidades diarias de la población china.
Hay otra barrera regional acerca de la privacidad de los usuarios y el intercambio de datos. Con la aparición del GDPR y el avance en las leyes de protección de datos y limitación de ads - especialmente las más recientes en EEUU y Unión Europea - además de las políticas de ATT de Apple, y sus políticas de métodos de pago exclusivos y las tarifas impuestas a los vendedores de la App Store, está implícito que las super apps en LATAM tendrán que lidiar con un desarrollo más lento.
Será necesario obtener el permiso de los usuarios para que sea viable el acceso a las diferentes funcionalidades que implementarán las super apps. Además, el acceso a los datos de los usuarios tiende a ser cada vez más limitado, lo que dificulta el desarrollo de estas aplicaciones, la reconversión de los usuarios y la personalización de los anuncios móviles.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial es: sí, es probable que las super apps sean el futuro no sólo para LATAM, sino también para la mayor parte del mundo. Lo que podemos observar con seguridad es que replicar el modelo chino será muy difícil aquí, teniendo en cuenta las leyes de privacidad de los usuarios, y la dinámica que aún existe de separar las apps por categorías o verticales más específicas. Sin embargo, como siempre, nos adaptaremos.
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